Reservamos una mesa para cenar y nos decidimos por el menú degustación, el servicio de la chica que nos atendió fue EXCELENTE, mi mujer no puede tomar gluten ni lactosa y nos adaptaron los 12 platos del menú. La comida es sencillamente DELICIOSA, y el ambiente y el local es muy agradable, decoración muy mimada. Sin duda será un sitio en el que repetiremos.
La comida muy buena. Aunque para nuestro gusto un poco escasa, pedimos el menú degustación, y aunque fueron 12 platos eran bastante parecidos y me esperaba algo un poco más “elaborado”. Para mí, el mejor, el falafel del final. El servicio bien, aunque un poco lento entre servicio y servicio. El ambiente le pongo esas estrellas porque aunque estaba llenísimo la gente hablaba demasiado alto y a mi personalmente me agobia, pero eso ya es cosa personal de cada uno.
Vinimos a comer sin tener muy claro que pedir y nos decantamos por un menú degustación. La verdad es que un acierto. Desde los primeros hummus, pasando por los platos calientes, falafel... Todo riquísimo, hasta el postre.
Mención especial a la camarera, que aparte de explicar las cosas nos ayudó a elegir un vino libanés a partir de nuestros gustos de vino español y fue muy atenta todo el tiempo.
Nos quedaron ganas de volver y lo recomendamos si duda.
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